El clérigo prefirió no presentar quejas a la policía y le dijo a un conocido que estaba acostumbrado a que los judíos le escupiesen. Muchos religiosos cristianos de la Ciudad Santa han sufrido abusos de este estilo. La mayoría de las veces los ignoran, pero algunas veces saltan hartos de la situación.

Hace unas semanas, se organizó una trifulca cuando un estudiante yeshiva escupió a la cruz que portaba el arzobispo armenio durante la procesión cerca del Santo Sepulcro. La cruz del siglo XVII que portaba el arzobispo se rompió durante la pelea y el arzobispo acabó abofeteando al estudiante yeshiva.

Ambos fueron interrogados por la policía, y el estudiante yeshiva será llevado a juicio. Mientras tanto, se ha prohibido al estudiante el acercamiento a la Ciudad Santa durante 75 días.

SUCEDE DESDE HACE AñOS
Los armenios no están satisfechos por la acción policial. El arzobispo cuenta indignado que el gobierno israelí reacciona cada vez que hay un ataque contra los judíos en cualquier lugar del mundo, y sin embargo no toman medidas severas cuando otra religión y orgullo son ofendidos.

CRISTIANOS ENCERRADOS DURANTE PURIM
La fiesta de Purim es una festividad judía que es celebrada anualmente el 14 del mes judío de Adar en conmemoración del milagro relatado en el Libro de Ester en el que los judíos se salvaron de ser aniquilados bajo el mandato del rey persa Asuero. En el calendario gregoriano coincidiría con el mes de Febrero o el de Marzo.

Durante periodo vacacional de la fiesta de Purim, algunos cristianos se encierran en sus casas ya que es una temporada en la que aumentan las agresiones a cristianos.

El exconsejero para asuntos cristianos de la alcaldía de la ciudad, Shmuel Evytar, está seguro de que el fenómeno terminaría tan pronto como los rabinos y los educadores de renombre lo denunciasen. Añade que la realidad es que los rabinos de los yeshivas ignoran o incluso instigan este tipo de comportamientos.

Evyatar dice que a él mismo un grupo de estudiantes yeshiva le escupieron cuando paseaba con un obispo serbio mientras sus maestros miraban impasibles. Los oficiales del municipio de Jerusalén dijeron que estaban al tanto del problema pero que era asunto de la policía.