NUEVA YORK,
Los fondos de inversión religiosos gestionan miles de millones de dólares y atraen cada vez a más estadounidenses deseosos de que su dinero dé frutos sin perder por ello su alma. Estos productos gestionan 20.000 millones de dólares de inversores deseosos de conciliar fe y rentabilidad.
Lejos de basar sus criterios de investigación en crear beneficios, los fondos religiosos también examinan a las sociedades de las cuales compran acciones, bajo el prisma de la propia naturaleza de sus actividades, de su política salarial o de sus colaboraciones. Muchos de sus criterios de selección son los mismos que los de otros fondos llamados socialmente responsables: rechazan a las empresas relacionadas con el alcohol, el tabaco o los juegos de dinero.
A esto se añaden criterios propios de la religión que se practica, especialmente en lo relativo a la pornografía y el aborto. El fondo musulmán más importante, Amana, le da la espalda además a todo lo que tenga que ver con la carne de cerdo, pero también a las aseguradoras y bancos que pagan intereses, ya que los principios del Islam exigen que los inversores no reciban intereses.
VALORES FAMILIARES
En los fondos cristianos, se buscan los valores familiares y el matrimonio. El fondo católico Ave Maria, por ejemplo, donde ocupan un asiento el presentador de la cadena CNBC Larry Kudlow, o el fundador de la cadena de pizzas Domino´s, Thomas Monaghan, vendió en 2006 sus acciones de 3M y AIG, cuando estos grupos comenzaron a ofrecer ventajas sociales a las parejas de sus empleados, fuera del matrimonio.
Otro fondo católico, LKCM Aquinas funds, se centra más bien sobre las armas de destrucción masiva, la discriminación y los derechos humanos. Buscando reconquistar los valores tradicionales, el fondo protestante Timothy Plan expone en su página web un cuadro de deshonor de las sociedades proscritas y sus inversiones. Una cuarentena de grandes grupos aparecen citados por distintos motivos.
Pero a pesar de la larga lista de estrellas de Wall Street rechazadas por ser «bíblicamente» incorrectas, apostar por la fe resulta tentador desde un punto de vista económico. Según Morningstar, el fondo principal de Timothy Plan, el más rentable de los fondos religiosos, logró en 2007 un retorno sobre la inversión de un 17%, superior al de la mayoría de los fondos de inversión comunes. Le sigue el Amana Trust Income, cuyas inversiones fructificaron en un 14%.
Sin embargo, no hay ninguna prueba evidente de que estos fondos, tengan mejores resultados a largo plazo que el resto.
Fuente: Colpisa. Redacción: ACPress.net
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