“Dado el incremento de la persecución antes y durante los Juegos Olímpicos a pesar de la atención mundial, sólo podemos esperar que aumente en severidad en el año siguiente a los juegos,” dijo Fu.
Richard Land, presidente de la Comisión de ética y Libertad Religiosa de los Bautistas del Sur, también reconoció el reto delante de los ciudadanos chinos ahora que miles de turistas han regresado a sus casas.
“Necesitamos orar por nuestros hermanos y hermanas en Cristo en China ahora que sufrirán por libertad de consciencia y libertad de fe en su país,” dijo Land en una declaración para Baptist Press.
Fu, quien se reunió con el Presidente Bush en la Casa Blanca días antes de que Bush viajara a Beijing para asistir a la ceremonia de apertura, señaló varios eventos que ocurrieron antes y durante los juegos, los cuales indican hacia dónde pudiera dirigirse el país en términos de libertad religiosa.
“El primero y más notable fue la detención del presidente de House Church Alliance, Zhang Mingxuan y su esposa,” dijo Fu. “El segundo fueron los engañosos arreglos del Partido Comunista de China para acomodar la visita del Presidente George W. Bush a una casa culto en Beijing.
“El gobierno chino montó una casa culto, remplazando a los miembros normales con oficiales del gobierno,” declaro Fu. “Las autoridades del Buró de Seguridad Pública también intentaron detener al pastor Hua Huiqi por intentar asistir al servicio con el Presidente Bush. El 19 de agosto, cuatro estadounidenses fueron detenidos en el aeropuerto por tratar de entrar a China con 300 Biblias. Las Biblias fueron confiscadas y los estadounidenses liberados.”
Asimismo, el gobierno chino colgó letreros por todo Beijing pidiendo a los ciudadanos que reportaran cualquier ‘elemento social inestable,’ refiriéndose a las casas culto, para que así el gobierno pudiera manejarlas, dijo Fu.
“Estas instancias combinadas con la dura retórica de Zhou Yongkang, líder del Comité Político y Legislativo Central dentro del Partido Comunista, quien ha pedido que ‘medidas extraordinarias sean tomadas en contra de las casas culto,’ no deja dudas de que China no tiene la intención de suavizar la persecución en contra de los creyentes,” afirmó Fu.
“Estuvimos un tanto sorprendidos por la descarada actitud del gobierno chino para llevar a cabo tales medidas en plenos Juegos Olímpicos,” dijo. “[S]in embargo, no nos sorprende el patrón de crueldad irracional y persecución.”
Mientras que algunos habían esperado que al tener encima los ojos del mundo durante los Juegos Olímpicos pudiera causar que el gobierno chino abriera un poco el puño para la expresión religiosa, Fu dijo que de hecho pudiera haber causado el efecto opuesto.
“Si acaso, los Juegos Olímpicos le han dado a China una postura más dura para solidificar sus intereses comunistas y socialistas. Es nuestra preocupación que después del orgullo de haber sido los anfitriones de los Juegos Olímpicos, China hará un esfuerzo aún más concentrado para controlar aquellos ‘elementos considerados dañinos a la sociedad armoniosa’- es decir, las casas culto,” comentó Fu.
El líder de CAA dijo que no cree que las protestas de los occidentales durantes los Juegos Olímpicos tuvieron mucho efecto en el gobierno central chino. Sin embargo, espera que las protestas durante el paso de la antorcha hayan abierto los ojos de muchos ciudadanos chinos quienes ahora se preguntan porqué el mundo se opone a las pólizas de su país.
“Creo que el abrir los ojos de los ciudadanos ordinarios ante las atrocidades que están sucediendo en su propio país será tremendamente impactante,” dijo.
Además, Fu reiteró que espera que aumente la persecución en los años siguientes a las olimpiadas.
“Más allá de la abierta retórica del PCC en contra de las casas culto y otros grupos está el hecho de que a la luz del enfoque de la comunidad internacional sobre China durante estas olimpiadas, el PCC no ha hecho un esfuerzo por poner pausa o incluso silenciar su abierta persecución de los miembros de las casas culto,” dijo Fu a BP. “Si el PCC está dispuesto a hacerlo mientras el mundo observa, ¿qué los detendrá cuando la atención cambie de dirección?”
Todas las personas de todos los países deberían de poder disfrutar los derechos que Dios les dio, dijo Fu, y es absolutamente incorrecto que el gobierno chino niegue tales derechos fundamentales.
“Cuando cualquier gobierno intenta controlar estos derechos humanos básicos, ese gobierno debe rendir cuentas,” dijo. “Continuaremos exponiendo las atrocidades y dando a conocer al mundo lo que el PCC está haciendo mal, y a lo que debe poner fin. Lo que la armoniosa sociedad china está tratando de crear sólo dará fruto con el sostenimiento de la libertad religiosa.”
Land, quien sirve en la Comisión de los EE UU sobre Libertad Religiosa Internacional, recordó un viaje de dos semanas que hizo a China en 2005. él y otros comisionados viajaron a varias partes de China y se reunieron con diversos grupos y oficiales del gobierno.
“Era claro durante el curso de nuestro viaje que nuestros anfitriones chinos estaban más y más frustrados porque la delegación de la comisión no estaban más impresionada con el nivel de tolerancia otorgada a los grupos religiosos en China,” dijo Land. “Durante una larga discusión con los oficiales chinos la última noche del viaje, esta frustración subió hasta la superficie, y yo le expliqué a nuestros anfitriones chinos que estábamos conscientes de su frustración.”
Land dijo que no hay duda de que la expresión religiosa ha recibido más latitud en la China de hoy que el la antigua Unión Soviética o en la China bajo el mando de Mao Zedong, fundador de la República Popular de China.
“Han engrandecido y cubierto de oro la jaula en la cual las personas religiosas operan en la República Popular de China,” afirmó Land. “Pero sigue siendo una jaula en la cual el gobierno decide el nivel de expresión religiosa que será tolerado en cualquier momento y, cuando se cruza el límite puesto por el gobierno, los castigos que se impondrán.
“Como se lo expliqué a los oficiales chinos, la tolerancia no es libertad, y lo que el pueblo chino merece y a lo que tiene derecho es a la liberta religiosa, no a la tolerancia religiosa,” dijo Land. “Nadie sabe cuál será la futura dirección de la religión en China, pero de cierto es una presencia creciente, particularmente la del cristianismo, en la sociedad china.”
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