Jorge Cancino, Univision Online. Millones de indocumentados vieron frustradas sus esperanzas de legalización luego de que el Senado estadounidense rechazó por segunda vez el jueves una gestión del líder de la mayoría demócrata, Harry Reid (Nevada), para detener la presentación de enmiendas al plan base de reforma migratoria preparado por una comisión tripartita entregado a finales de mayo y convocar al pleno para votarla a más tardar el viernes o el lunes.
Por 45 votos a favor y 50 en contra los senadores se negaron a respaldar el procedimiento conocido como «motion for cloture», dejando en suspenso las discusiones hasta que los líderes de la Cámara Alta se pongan de acuerdo y anuncien un nuevo compromiso.
La gestión de Reid necesitaba 60 votos para limitar el debate a no más de 30 horas y su rechazo significó que se podían presentar indeterminadas enmiendas lo que haría ese debate interminable, sin posibilidades de aprobación este año, dijeron fuentes legislativas.
Reid, decepcionado, lamentó la falla para encontrar vías para que el proyecto de ley fuera aceptable para los republicanos, quienes lo objetaron.
«La gente trabajó muy duro sobre este proyecto», dijo Reid después de la segunda votación del jueves.
La votación previa
En horas de la mañana el pleno había votado por 33 votos a favor y 63 en contra una gestión similar.
La oficina de prensa de Reid dijo a Univision Online que el proyecto no será debatido hasta que los líderes de ambos partidos alcancen un nuevo acuerdo.
Federico de Jesús, vocero del líder demócrata, indicó que con el fracaso de la segunda votación el jueves «el proyecto original de reforma corría el riesgo de ser cambiado y prácticamente eliminar la vía de legalización» recomendada para millones de indocumentados.
Severo golpe a Bush
La decisión del Senado -de no limitar el número de enmiendas al proyecto de reforma migratoria- se puede interpretar como un severo golpe al Presidente George W. Bush.
Bush respaldó desde un comienzo el plan que permitiría legalizar a la mayoría de los indocumentados que viven en Estados Unidos.
El mandatario exige que el plan de legalización entre en marcha una vez que se cumplan todos los objetivos de seguridad contenidos en la propuesta de reforma base.
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