Australia (Cristianos.com).- La asociación cristiana Australian Christian Lobby y Eros Association, un organismo que representa a la industria del porno, han dejando de lado sus diferencia para unirse en contra de los juegos de video, informó recientemente Terra.

Según el artículo publicado, en Australia se ha dado lugar a lo que los americanos llamarían una “unholy alliance”, la unión imposible entre cristianos y miembros de la industria del porno, contra un nuevo sistema de clasificación de los videojuegos, como reporta el blog Destructoid y el medio GamePolitics.

El debate consiste en que se planea cambiar el código de regulación de los videojuegos, cuya máxima clasificación es actualmente la de “no recomendada para menores de 15 años”, e incorporar en Australia productos no aptos para menores de 18 años, una situación que rechazan tanto los cristianos como pornógrafos.

Al enterarse de la proposición de cambiar el código de regulación, la asociación cristiana Australian Christian Lobby inmediatamente envió un comunicado de prensa expresando su desacuerdo. «Los ministros está preocupados porque los juegos, debido a su naturaleza “interactiva”, pueden tener un impacto más grande. Por lo tanto, el nivel de daño y perjuicio que puede causar en las mentes de los jóvenes podría ser aun mayor que el causado por las películas y las cintas de vídeo”, expresó Jim Wallace, Director General de ACL.

Además Wallace afirma que seria ingenuo pensar que estos videos juegos serán restringidos sólo para el uso de personas mayores de 18 años. Pues tal y como él afirma, “si se permite la venta en Australia de estos juegos, será inevitable que estos lleguen a las manos de jugadores más jóvenes, que los podrían adquirir ya sea por medio de sus hermanos o de amigos mayores, y en muchos casos sin el consentimientos de los padres”.

Y aunque parezca contradictorio esto es lo que preocupa a los vendedores de películas pornográficas, pero no precisamente por las mismas razones. Eros Association, el organismo que representa la industria del porno, por su parte ve amenazados su mercado, ya que piensan que la aprobación del nuevo código podría promover la distribución y creación de videojuegos totalmente para adultos en Australia, lo cual aumentaría la oferta de sexo y violencia, compitiendo directamente con el mercado adulto convencional.

«Por el momento la investigación continua en sus etapas iníciales», destaca Wallace, quien afirma que el énfasis principal debe ser el de proteger a los jóvenes para que no puedan tener fácil acceso a videojuegos muy violentos.

Editado por Fayra Castro