AUCKLAND, NZ (UN/MC) Nicky Cruz, solía pertenecer a una de las bandas callejeras más peligrosas de Nueva York. En estos días ha desafiado a los miembros de una pandilla en Nueva Zelanda a aceptar a Jesús en sus vidas, si realmente quieren cambiar y proveerles un mejor futuro a sus hijos.
Cruz predicó ante una gran multitud, entre los que se encontraban miembros de pandillas y personas de diferentes estilos de vidas, quienes se reunieron para verlo en la cruzada de dos días, llevada a cabo en el estadio deportivo Manukau de la Ciudad de Manukau.
La noche del jueves se inauguró este evento religioso que atrajo cerca 6000 personas, de las cuales 500 se acercaron al escenario como respuesta al llamado que Nicky hizo para que aceptaran al Señor Jesús en sus vidas.
Nicky es un dirigente innato. Cuando tenía sólo 18 años logro convertirse en el líder de los Maumaus, una de las pandillas más violentas de Nueva York y aunque sólo estuvo pocos días en Manukau, logró lo que para muchos parecía imposible.
No sólo fue recibido en el aeropuerto por destacados miembros de la pandilla Mongrel Mob, quienes más tarde le ayudaron con la seguridad en el evento, sino que además Cruz logró reunir a miembros de pandillas rivales en un mismo salón.
El héroe del best-seller La Cruz y el puñal y autor del libro Corre Nicky Corre compartió su testimonio en ambas reuniones.
Las multitudes escuchaban silenciosas mientras Nicky les contaba su testimonio. Les habló de su crianza en Puerto Rico, de sus padres que eran satánicos y de las de las innumerables palizas que ellos propinaron.
Luego les contó de su viaje a Nueva York, en donde se hizo miembro de los Maumaus y finalmente les hablo de su conversión gracias al mensaje de un completo extraño, quien Nicky admitió estuvo a punto de matar.
Cruz habló directamente a las pandillas. «Doy gracias a Dios por darme la oportunidad de conocer de él y de su amor. Lo que me ha sucedido en la vida es real, verdadero. Es un milagro que hoy me encuentre aquí en este país hablándoles a usted esta noche» confesó.
Y continuando con el testimonio de su conversión contó como aquel extraño le hablo del Señor: «’Escúchame miembro de pandilla’, me dijo él [David Wilkerson] y me dijo 'Jesús te adora' y yo estaba muriendo por ser amado. Llegué a convertirme en un «fantasma». Pero luego de dos semanas estando enfrente de mi pandilla y mi novia, algo extraño sucedió. Esa noche yo rompí la maldición de la brujería y liberte a mi familia».
Continuo diciendo «Hay muchos fantasmas en sus vida y de seguro los atacarán. Yo los invito darle una oportunidad a Jesús. Ustedes han sido vulnerables a las drogas, el alcohol, la fornicación, pero esta noche yo quiero que ustedes sean vulnerables a Jesús… Denle a Jesús la oportunidad de ayudarles con los problemas de sus vidas».
Cruz menciono que era importante para las iglesias y los cristianos orar juntos, si realmente querían ver un cambio en este país.
Hizo énfasis en el apóstol Pedro quien según él siempre le ha fascinado y cito Mateo 14:22-31 como un ejemplo: Aunque Pedro tenía miedo por lo menos «él trató».
Steve Morgan, miembro de una pandilla de motorizados, dijo que él había decidido venir al evento porque le daba curiosidad conocer al hombre acerca del cual había leído cuando el era un adolescente. «Había leído sus libros hace como 30 años y me conmovieron bastante».
También ayudando en la seguridad del evento se encontraban miembros del ministerio los Motorizados Cristianos, entre los que estaba Troy Hislop, quien solía pertenecer a la pandilla los ángeles del Infierno. El dijo que el ministerio apoyaba y respaldaba completamente las cruzadas. «Es una labor que se hace con mucho esfuerzo y por eso es que estamos aquí, para ayudar a las pandillas, los jóvenes, a los que viven en las calles, a todos».
Un hombre de Hamilton estaba tan emocionó cuando escuchó acerca de este evento, que llamó a los organizadores a decirles que no tenía dinero y ningún tipo de transporte, pero que hasta pidiéndole ayuda a un extraño o hasta caminando iría al evento.
Becky Baird de la Ciudad Oriental Elim, era una de las consejeras voluntarias, encargadas de orar con aquellos que respondían al llamado al altar. Ella obtenía la información de contacto de las personas y les repartía literatura.
Becky, es miembro del grupo de jóvenes de su iglesia y con tan solo dos años de ser cristiana, admitió tener «un miedo espantoso» cuando decidió ser parte de este gran acontecimiento. «Oré con dos chicas de 16 y 17 años, las aconsejé y renovaron su fe esta noche, yo podía sentir que el Espíritu Santo era quien me guiaba» manifestó.
Cruz llegó a Nueva Zelanda auspiciado por Victory Outreach International (Alcance de Victoria Internacional). Durante una rueda de prensa realizada en el centro de convenciones Sky de la ciudad de Auckland, Nicky aunque no hablo mucho acerca de la reunión que tuvo el día anterior con los miembros de pandillas rivales, alcanzo a mencionar que hablaron de temas que a ellos les concierne. Cruz no quiso mencionar los nombres de las pandillas, pero dijo que la mayor preocupación de ambas eran sus niños y el futuro que tendrían, «Ellos no quieren que sus hijos sigan sus pasos» enfatizó.
Nicky estaba tan impresionado de ver cómo dos pandillas rivales lograron poner de lado sus diferencias para verse con él. Estas personas son mucho más respetuosas que los gángsteres en los Estados Unidos. Y agregó que de donde el viene «solo en sueños se puede reunir a dos pandillas en un mismo cuarto».
Cruz aconsejo a los jóvenes de aquí y de otros países, advirtiéndoles que no debían emular o seguir el ejemplo de las pandillas en los Estados Unidos. Era común escuchar que en lugares como Auckland del sur, los jóvenes utilizaban los nombres de pandillas americanas como los Bloods or Crips, para sus bandas, pero según Cruz, no hay punto de comparación entre las pandillas de aquí con las pandillas en su país. «Aquí ellos tratan de imitar las pandillas extranjeras…pero ellos no saben que en la realidad esas personas se matan diariamente entre si».
Cruz les advirtió del peligro que se esconde tras la legalización de la marihuana, diciéndoles que si en Nueva Zelanda esto llega a suceder, «a la vuelta de 12 años la juventud terminara convertida en una generación de zombis».
Por Lavinia Ngatoko especial para Assist, Sevicio de Noticia, NZ.
Traducción y edición por Fayra Castro
Fuente: Mercadocristiano.com
Este articulo esta bajo unalicencia de Creative Commons..