Más de 25.000 personas han sido desplazadas durante los dos días en los que reinó la violencia, según la Agencia de Nacional de Gestión de Emergencias. Lo que comenzó como una revuelta por la sospecha de fraude en las elecciones municipales rápidamente rompió el frágil equilibrio religioso que existe entre las comunidades musulmana y cristiana y que, de vez en cuando, hace tambalear los cimientos de la ciudad.

Así,los musulmanes apuntaron a los cristianos como los responsables del fraude en lugar de hacerlo contra responsables políticos. La policía y el ejército, según se informa, mataron aproximadamente a 400 enfurecidos musulmanes en un esfuerzo por reprimir el tumulto, mientras que los islamistas asesinaron a cerca de 100 cristianos, usando tanto armas blancas como de fuego. Entre los cristianos asesinados se encuentra Joseph Yari de la Iglesia Evangélica de áfrica Occidental.

Emmanuel Kyari, pastor de la Iglesia Bautista de Cristo, Tudun-Wada, declaró que Yari murió ayudando a algunos miembros de su congregación que intentaban persuadir a los fanáticos musulmanes para que no incendiaran su iglesia. «Yari estaba de pie al lado de mi esposa cuando fue abatido por un disparo de los musulmanes», dijo el pastor Kyari. «Además de Yari, hubo otros tres cristianos que fueron alcanzados por armas de fuego, dos de ellos murieron al instante.»