JERUSALéN, 10/02/2007 (EFE/Acpress.net)
Las fuerzas de seguridad israelíes han detenido al menos a 70 personas en los disturbios ocurridos en Jerusalén Este y la ciudad cisjordana de Belén por la polémica construcción de una rampa que conduce a la Explanada de las Mezquitas de la ciudad santa.
Las fuerzas de seguridad israelíes han detenido al menos a 70 personas en los disturbios ocurridos en Jerusalén Este y la ciudad cisjordana de Belén por la polémica construcción de una rampa que conduce a la Explanada de las Mezquitas de la ciudad santa.
El jefe de Policía del distrito de Jerusalén, Ilán Franco, decidió continuar con las medidas restrictivas a la población árabe en la zona este de la ciudad y en torno a la Explanada de las Mezquitas, tras los últimos sucesos violentos.
Las revisiones y cacheos a la población árabe local en los accesos a la Ciudad Vieja continuarán en pie y también se impedirá acudir a los rezos en las mezquitas de Al Aqsa y Omar a los varones menores de 45 años.
La mayor parte de los detenidos, en su mayoría palestinos menores de edad fueron arrestados por soldados israelíes después de protagonizar disturbios, con lanzamiento de piedras incluido, contra la tumba de la matriarca bíblica de Raquel, venerada por los judíos, a las afueras de Belén.
Las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, facción armada vinculada al movimiento nacionalista Al Fatah, amenazaron esta semana con destruir sinagogas y otros santuarios judíos si proseguían las obras en torno a la Explanada de las Mezquitas.
El ministro israelí de Seguridad Interior, Avi Dichter, negó en una entrevista a la radio pública los argumentos empleados durante la semana por dirigentes musulmanes y representantes políticos del mundo árabe, entre ellos el presidente palestino, Mahmud Abás, o el rey Abdalá II de Jordania, de que las obras ponen en peligro la mezquita de Al Aqsa.
El ministro justificó la entrada de las fuerzas de seguridad israelíes al recinto sagrado -a las que se ha acusado de haber empleado este viernes un uso excesivo de la fuerza- y aseguró que «entraron allí para impedir que se lanzaran piedras contra el Muro de las Lamentaciones».
Sin embargo, el Comité de Observación árabe, que engloba a distintas organizaciones árabe-israelíes, exhortó a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para impedir que Israel continúe con las obras. La organización apeló a la ONU y a la UE, así como otros países y organizaciones internacionales a que tomen medidas para impedir que prosigan las excavaciones.
También se prevé la convocatoria de una manifestación en los próximos días.
El Gobierno israelí asegura que las obras cuentan con los permisos pertinentes y que no dañarán ni los santuarios musulmanes ni los estratos arqueológicos sobre las se realizan.
Fuente: EFE.
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