Una vez más, el funcionamiento de un templo evangélico en San Andrés Sabinillo, Oaxaca, despertó críticas del pueblo, mayormente católico. Debido a la gravedad de la intolerancia religiosa en la región, y a los nuevos actos de violencia en ese estado de México, la alcaldesa del municipio de Tonalá intervino personalmente para solucionar el conflicto.
El problema surgió en el 2008 cuando los pobladores de la provincia oaxaqueña se enfrentaron a golpes a raíz de la clausura de un templo evangélico.
Recientemente, resurgió la misma situación, aunque agravada por el pedido de destierro de 12 creyentes evangélicos que defienden la causa.
VIOLENCIA
Los pobladores católicos habrían solicitado la expulsión de los evangélicos en medio de golpes y difamaciones, lo cual motivó la intervención de la alcaldesa Araceli Arratia Guerrero.
En la solución del conflicto tomaron parte también Carol Loaeza Gutiérrez y Sergio Silva Flores, de la Secretaría General de Gobierno, el sacerdote Efraín Díaz Flores y el pastor Ramiro Eloino Cimental Soriano.
Como resultado de la gestión, la Alcaldesa reafirmó que la libertad de credos en Oaxaca debe ser respetada y resolvió la reapertura del templo , que cuenta con las autorizaciones pertinentes.
Oaxaca representa la provincia mexicana con el mayor número de incidentes por Intolerancia en sus distintas regiones.
Fuentes: The Christian Post
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