El evangelista Billy Graham, dice que “a veces cruzó la línea” en la política, “la vejez puede ser una época solitaria”, y advierte a los evangélicos de ser “víctimas de nuestro propio éxito.”
A pesar de su lucha con su oído, la vista y otros problemas de salud, a sus noventa años, Billy Graham continua haciendo lo que ha hecho con todos los presidentes estadounidenses desde Harry Truman, hasta la más reciente visita de Barack Obama y luego con el ex presidente George W. Bush.
La revista Christianity Today, realizó una entrevista reciente al gran evangelista Billy Graham, y aunque trató de mantenerse al margen de la política “a veces cruzó la línea”, dice el predicador.
Aunque rara vez aparece en público, su hijo Franklin Graham dijo que su padre le gustaría predicar de nuevo pero en video, pero la fecha no está confirmada.
La vejez: un plan de Dios
Graham, aconsejó a las personas que están envejeciendo que “es aprender a estar contentos, y que sólo se logra al aceptar cada día como un don de Dios y se comprometen en sus manos. Las palabras de Pablo son verdaderas en todas las etapas de la vida, pero sobre todo a medida que envejecemos: “La piedad con contentamiento es gran ganancia” (1 Timoteo 6:6).
Sin embargo, el evangelista considera que aún no se ha hecho a la idea de sus limitaciones, pero acepta que este envejecimiento “es un plan de Dios para tu vida, y le agradezco todos los días por el regalo de ese día. Hemos venido a mirar a la vejez como algo que se temía-y es cierto que no es fácil. Honestamente, no puedo decir que me gusta mi edad, porque uno no es capaz de hacer la mayor parte de las cosas que solía hacer, por ejemplo, ser más dependiente de los demás, y frente a los desafíos físicos, La vejez puede ser una época solitaria también, hijos dispersos, esposa y amigos se han ido”.
Graham, dice que se ha esforzado por mantenerse al margen de la política pero “estoy agradecido por las oportunidades que Dios me dio para servir a la gente en lugares altos, la gente en el poder tiene muchas necesidades espirituales y personales, como todos los demás, y a menudo no tienen a nadie con quien hablar. Pero mirando hacia atrás sé que a veces crucé la línea, y yo no lo haría ahora”.
El éxito es siempre peligroso
Según el evangelista el problema que más enfrentan los evangélicos es “el éxito, es siempre peligroso, y tenemos que estar alerta y evitar convertirse en víctimas de nuestro propio éxito. ¿Vamos a influir en el mundo con Cristo, o el mundo nos influenciará? En otras palabras, ¿vamos a dar prioridad al mandato de Cristo de ir por todo el mundo y predicad el evangelio? ¿O nos volveremos cada vez más hacia nuestro interior, atrapados en nuestros propios asuntos o controversias internas, o, simplemente, cada vez más y más cómodos con el status quo?
“Los temas centrales de nuestro tiempo no son económicas, políticas o sociales, por importantes que éstos sean. Los temas centrales de nuestro tiempo son morales y espirituales y nuestra vocación es declarar el perdón de Cristo, la esperanza y el poder transformador de Dios hacia un mundo que no lo conoce o lo sigue”.
Fuente: Noticiacristiana.com
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