Washington, USA -. Sarah Palin, madre de cinco hijos y trabajadora cuyo aspecto real ha entusiasmado al Partido Republicano en su intento por retener la presidencia de Estados Unidos, refleja una nueva actitud de la derecha religiosa hacia las mujeres.
Los analistas dicen que Palin, la candidata a vicepresidente que unió a la base cristiana y conservadora del partido, refleja la evolución del movimiento desde sus raíces muy anti feministas de la década de 1970 en un intento por lograr más apoyo.
El movimiento, que no tiene una estructura formal pero abarca a varios prominentes grupos cristianos, tiene una gran influencia en la política republicana.
La derecha religiosa se ha vuelto más joven, más femenina, menos dominada por rostros blancos y se ha extendido más allá de sus orígenes sureños.
Los sondeos de opinión sugieren que el nombramiento de la gobernadora del estado de Alaska como compañera de fórmula del senador John McCain para las elecciones del 4 de noviembre ha ayudado a los republicanos a sumar apoyos entre las votantes mujeres.
Algunas mujeres dicen rechazar la tajante oposición de Palin al aborto y los derechos de los homosexuales, así como su escasa experiencia y conocimiento en política nacional e internacional. Pero Palin ha renovado el entusiasmo entre los evangélicos conservadores, el grupo más importante de electores del Partido Republicano.
Algunas mujeres dicen rechazar la tajante oposición de Palin al aborto y los derechos de los homosexuales, así como su escasa experiencia y conocimiento en política nacional e internacional. Pero Palin ha renovado el entusiasmo entre los evangélicos conservadores, el grupo más importante de electores del Partido Republicano.
McCain, que antes de la elección de Palin estaba detrás de su rival demócrata Barack Obama en los sondeos nacionales, hoy está casi empatado o incluso levemente por delante.
Casi uno de cada cuatro adultos estadounidense es evangélico y aunque la derecha religiosa rara vez habla en nombre de todos ellos, representa la ideología de muchos.
Palin encarna una de las nuevas formas en que el movimiento se redefinió en el siglo XXI, sin renunciar a su oposición a temas cruciales como el aborto o los matrimonios homosexuales.
“El movimiento inició su ascenso como un movimiento anti feminista, pero durante la década pasada se ha adaptado a la época y está minimizando su énfasis en los tradicionales roles de género,” dijo David Gushee, profesor de ética cristiana de la Mercer University de Atlanta.
Los primeros líderes del movimiento se manifestaron contra la “liberación de la mujer” y las exhortaron a someterse a la autoridad de sus maridos en el matrimonio y de los pastores en la iglesia.
Casi uno de cada cuatro adultos estadounidense es evangélico y aunque la derecha religiosa rara vez habla en nombre de todos ellos, representa la ideología de muchos.
Palin encarna una de las nuevas formas en que el movimiento se redefinió en el siglo XXI, sin renunciar a su oposición a temas cruciales como el aborto o los matrimonios homosexuales.
“El movimiento inició su ascenso como un movimiento anti feminista, pero durante la década pasada se ha adaptado a la época y está minimizando su énfasis en los tradicionales roles de género,” dijo David Gushee, profesor de ética cristiana de la Mercer University de Atlanta.
Los primeros líderes del movimiento se manifestaron contra la “liberación de la mujer” y las exhortaron a someterse a la autoridad de sus maridos en el matrimonio y de los pastores en la iglesia.
Aquellos líderes evocaban una familia tradicional donde los padres trabajaban, las mujeres se quedaban en sus casas con los hijos y todos iban juntos a la congregación el domingo. Pero hoy, hasta los partidarios de aquellas posturas reconocen que la realidad de la vida moderna dificulta ese estilo de vida.
“En un mundo perfecto, la mamá debe quedarse en casa. Pero este no es un mundo perfecto,” dijo Kay Godwin, miembro de la Alianza Cristiana de Georgia, durante una cumbre de “votantes de valores” realizada en Washington el fin de semana.
Muchas de las activistas que participaron en la cumbre eran estudiantes universitarios, entre ellos mujeres inspiradas por Palin. “Estoy muy entusiasmada con Palin,” dijo Rebecca Craig, una pasante de 18 años en el grupo anti aborto Americans United for Life.
“En un mundo perfecto, la mamá debe quedarse en casa. Pero este no es un mundo perfecto,” dijo Kay Godwin, miembro de la Alianza Cristiana de Georgia, durante una cumbre de “votantes de valores” realizada en Washington el fin de semana.
Muchas de las activistas que participaron en la cumbre eran estudiantes universitarios, entre ellos mujeres inspiradas por Palin. “Estoy muy entusiasmada con Palin,” dijo Rebecca Craig, una pasante de 18 años en el grupo anti aborto Americans United for Life.
Los analistas dicen que los nuevos guerreros del movimiento son muy diferentes a los que marcharon bajo las mismas banderas en las guerras culturales de las décadas de 1970 y 1980.
Michael Lindsay, un sociólogo político de la Rice University en Houston, describió a los estudiantes y jóvenes profesionales como la “infantería de la derecha religiosa.”
El movimiento también intenta llegar a los votantes negros e hispanos socialmente conservadores, aunque el avance republicano entre los estadounidenses de origen africano.
Michael Lindsay, un sociólogo político de la Rice University en Houston, describió a los estudiantes y jóvenes profesionales como la “infantería de la derecha religiosa.”
El movimiento también intenta llegar a los votantes negros e hispanos socialmente conservadores, aunque el avance republicano entre los estadounidenses de origen africano.
Fuente:agencia la voz
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