Los afganos protestaron violentamente por tercer día consecutivo pese a que un pastor estadounidense abandonó su plan de quemar copias del Corán, aunque se registraron otros tres casos de profanación del libro sagrado musulmán. Por eso, dos manifestantes fueron baleados y murieron en la provincia oriental de Logar, informó un funcionario de distrito, lo que lleva a tres la cifra total de víctimas fatales en las protestas realizadas desde el viernes.
La molestia respecto a los planes del pastor Terry Jones de quemar copias del Corán eclipsaron la conmemoración de los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos.
Por eso, el sábado, cuatro manifestantes resultaron gravemente heridos cuando las fuerzas de seguridad afganas abrieron fuego mientras los manifestantes les lanzaban piedras y trataban de entrar en edificios de Gobierno en Pul-e-Alam.
El viernes, un manifestante murió a tiros cuando una multitud molesta atacó una base de la ISAF operada por Alemania en Faizabad, en el noreste de la provincia de Badakhshan. Los manifestantes también se reunieron en Kabul y otras cuatro provincias el viernes, a medida que crecía la ira por los planes de Jones.
El plan de Jones y la propuesta de construir un centro cultural y mezquita islámica cerca del sitio del World Trade Center en Nueva York han enfatizado un debate creciente en Estados Unidos sobre la tolerancia religiosa.
Los rumores de intenciones de quemar el Corán ya habían provocado la ira en Afganistán y todo el mundo musulmán. El presidente Barack Obama advirtió que esto podría dañar a las tropas de Estados Unidos en Afganistán y poner en riesgo de ataques a ciudades europeas y estadounidenses.
En Afganistán, manifestantes molestos que coreaban «Muerte a Estados Unidos» y «Muerte a los cristianos» se enfrentaron a las fuerzas de seguridad afganas en la provincia de Logar, al sur de la capital Kabul.
Siete manifestantes resultaron heridos, uno de gravedad, cuando las fuerzas de seguridad afganas dispararon el domingo para dispersar a cientos de personas que marchaban hacia Pul-e-Alam, la capital de la provincia de Logar, dijo Din Mohammad Darwish, portavoz del gobernador provincial.
Los manifestantes amenazaron con atacar bases militares extranjeras. Hay cerca de 150.000 soldados extranjeros luchando contra una insurgentes liderados por lo talibanes en Afganistán.
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