PHOENIX – El número de feligreses de las iglesias en Arizona que atienden a la comunidad hispana está disminuyendo por los constantes operativos policiales contra la inmigración ilegal, denunciaron religiosos en este estado.
«Estos operativos están teniendo un impacto negativo en muchas familias, vemos que están dejando sus trabajos, sus casas, el estado y por consiguiente su iglesia», dijo a Efe José Robles, director de asuntos hispanos de la Diócesis Católica de la ciudad de Phoenix.
Indicó que la diócesis está integrada por 93 parroquias, de las cuales 54 tienen un alto índice de feligreses hispanos.
«No tenemos una cantidad exacta de cuántas familias se han ido, pero es un factor que está siendo notable», agregó Robles.
La disminución de fieles es algo que la diócesis ha notado en las colectas, que han bajado debido a que las personas se han ido y aquellas que se han quedado están enfrentan, en muchos casos, problemas económicos por la falta de trabajo.
Operativos constantes
Agencias del orden como la oficina del alguacil del condado Maricopa (MCSO), Joe Arpaio, la única en Arizona que lleva a cabo constantemente operativos en las calles de ciudades como Phoenix que culminan con el arresto de docenas de inmigrantes indocumentados, tienen atemorizada a la población.
MCSO también es el único departamento policíaco que realiza sorpresivas redadas en centros de trabajo para arrestar a indocumentados bajo la ley estatal de sanciones a empleadores.
De acuerdo con estadísticas de MCSO -que se encuentra bajo investigación por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos por acusaciones de prácticas de perfil racial- sus agentes han entregado a 28,645 indocumentados al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) para su deportación.
Otras agencias locales como el Departamento de Seguridad Pública de Arizona (DPS) también se encuentra cooperando con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
«Tenemos casos donde varias familias nos han llamado después de que el alguacil Arpaio hace un operativo en las calles donde nos dicen que tienen miedo de salir a las calles inclusive para acudir a misa», dijo Robles.
«Tienen miedo de que algo les vaya a ocurrir cuando van camino a la iglesia, algunos de ellos están prefiriendo quedarse en sus casas y ver la misa aunque sea en inglés», enfatizó.
La Diócesis Católica de Phoenix, cuenta con aproximadamente 640 mil feligreses, de los cuales al menos 50 por ciento es de origen hispano, lo que incluye a indocumentados.
Al borde del abismo
El miedo que existe entre la comunidad inmigrante también está afectando a otras iglesias que asisten a la comunidad hispana.
«Hay muchas iglesias que están a punto de desaparecer o han cerrado sus puertas porque se están quedando sin miembros», dijo Magdalena Schwartz, activista y directora de la Alianza de Líderes Religiosos del Valle.
«En Arizona estamos sufriendo una cacería de indocumentados», enfatizó Schwartz.
Redada sorpresiva
Agregó que el temor es mayor desde que a principios de este mes nueve religiosos mexicanos, que ahora enfrentan un proceso de deportación, fueron detenidos en Arizona cuando se dirigían a un retiro espiritual.
Los hombres, todos de origen mexicano, son miembros de la Iglesia Alpha Omega y fueron detenidos por agentes del departamento de policía de la nación indígena Fort Dowell Yavapai.
«Habíamos oído que otras iglesias estaban siendo afectadas pero nunca pensamos que nos podría pasar a nosotros», dijo Elías García, pastor de la iglesia evangélica Alpha Omega.
«Los hijos y las esposas de estos hombres son los más afectados», sostuvo.
Los representantes de diferentes credos en Phoenix coincidieron en hacer un llamado al Gobierno federal para que pronto se apruebe una reforma migratoria que regularice el estatus migratorio de los miles de indocumentados que viven en Arizona y en el resto del país.
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