“Esta es la única espada que tenemos de esta época, cuando los romanos destruyeron Jerusalén” , dijo el arqueólogo Eli Shukron de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Shukron añadió que la espada, de 60 centímetros, ofrece una idea acerca de las armas utilizadas en ese tiempo.
“No sabemos cómo llego al túnel, pero tal vez es parte de la lucha entre judíos y romanos en Jerusalén”, especuló.De acuerdo con los directores de la excavación, Eli Shukron de la Autoridad de Antigüedades y el Prof. Roni Reich de la Universidad de Haifa: “ Parece que la espada perteneció a un soldado de infantería de la guarnición romana en Israel en el estallido de la gran revuelta contra los romanos en el año 66 d.C. El estado de la espada es sorprendente: no sólo su longitud (casi 60 centímetros), sino también la preservación de la vaina de cuero (un material que generalmente se desintegra rápidamente en el tiempo) y de su decoración”.
El canal de desagüe donde se efectuaron las excavaciones comienza en la piscina de Siloé y corre hacia el área del Muro de las Lamentaciones y el Monte del Templo. Durante el tiempo de la destrucción del Segundo Templo, los judíos huyeron de los romanos escondiéndose en estos túneles.
MENORÁ GRABADA EN PIEDRA
Junto a la zanja de drenaje, los arqueólogos también descubrieron una piedra con un grabado simple de una menorá – el candelabro de siete brazos del templo . Shukron explica que para los investigadores es como una “postal del pasado”. “Es muy, muy importante saber que alguien vio la menorá, y nos dejó un mensaje sobre ello hace 2000 años . Es algo fantástico”, dijo el experto.
El objeto de piedra adornado con el grabado del candelabro fue encontrado en el suelo debajo de la calle, en el lado del canal de drenaje. Según Shukron y el profesor Reich: “Curiosamente, a pesar de que se trata de una representación del candelabro de siete brazos, sólo cinco ramas aparecen aquí. La representación de la base de la Menorá es extremadamente importante porque aclara que la base original de la misma, era al parecer en forma de trípode”.El hecho de que el objeto de piedra se encuentra en la proximidad más cercana al Monte del Templo hasta la fecha también es importante.
Los investigadores suponen que un transeúnte que vio la Menorá con sus propios ojos se sorprendió por su belleza e hizo una incisión de sus impresiones sobre una piedra y después hizo una serie de garabatos a un lado de la carretera, sin imaginar que su creación se encontraría 2.000 años más tarde.
Según Shukron, estos descubrimientos muestran los contrastes en la Jerusalén del primer siglo, una ciudad que cambió completamente tras la destrucción efectuada por los ejércitos romanos en el sitio que finalizó el año 70.
Fuentes: MundoCristianotv, Protestante Digital
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