La Iglesia Evangélica Luterana en América fue testigo de la mayor caída en su historia en el número de afiliados el año pasado, según un análisis publicado recientemente.
A finales de 2009, la afiliación de ELCA se situó en 4,5 millones – 90 mil menos que el año anterior, informó la Oficina de la Secretaria de Búsqueda y Evaluación de ELCA. Antes de esta última caída, la mayor pérdida fue de 79 mil – una caída sufrida en 2005.
El recuento de congregaciones de la ELCA, en tanto, registro 48 congregaciones menos de las 10.348. La caída más grande de la historia en el recuento de congregación fue grabada en 2004 – con una pérdida de 72.
A pesar de las pérdidas, el reporte total de activos de congregaciones de ELCA revelo un crecimiento en 2009, un 1,2 por ciento a 20,9 billones.
Y el promedio dado por cada miembro bautizado creció un 2,8 por ciento en 2009, a $492, informó el secretario de la ELCA David D. Swartling.
«Durante estos tiempos difíciles, los miembros de la ELCA han seguido siendo muy firmes en sus donaciones», comentó Swartling al servicio oficial de noticias de ELCA
«Muchas congregaciones de ELCA siguen siendo sorprendentemente saludables desde una perspectiva económica», agregó.
También incluido en el informe de ELCA se mostro promedio de personas rindiendo culto en congregaciones de la ELCA, que disminuyó ligeramente respecto del año anterior.
Un total de 1.289.967 personas, o 28.39 por ciento de los miembros bautizados de ELCA, asistieron a servicios religiosos semanales en 2009. En el año anterior, 1.330.709, o 28.71 por ciento de los miembros bautizados, asistían a servicios religiosos semanales.
Al igual que otras denominaciones tradicionales, ELCA ha visto una disminución constante del número de miembros. En 1987, la denominación informó una membrecía de 5,3 millones y más de 11.000 congregaciones.
A pesar de las pérdidas, ELCA sigue siendo la mayor organización eclesiástica Luterana en los Estados Unidos. El siguiente, la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri, reporta una membrecía de 2,5 millones.
Fuente: christianpost.com
Por Joshua A. Goldberg|Christian Post Reporter
Traducción de Ana Vargas
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