Su caudal actual es un 5% del que tenía en tiempos bíblicos, y en su mayoría el agua está sucia o insalubre.
Por primera vez desde que se fundó en 1948, el Estado de Israel, que ha hecho de la lucha contra la falta de agua un asunto estratégico nacional, tiene exceso del líquido elemento, y podrá permitirse el lujo de dejar de «desangrar» el Jordán.
Tanto que Ramon Ben Ari, director de la Autoridad de Drenaje del Jordán Sur, anunció el pasado jueves que Israel quiere devolver al río Jordán su antiguo esplendor, el que describen las Sagradas Escrituras .
Actualmente, en muchas zonas el río donde Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista es apenas un arroyo, con un 5% de su antiguo caudal, y parte de su cauce está contaminado o estancado.
La causa es la sobreexplotación a que ha sido sometido desde su nacimiento y a lo largo de su recorrido para riego y agua potable, que lo ha hecho serpentear, reducido a su mínima expresión, a lo largo del valle desde el mar de Galilea al mar Muerto.
En algunas zonas «se puede caminar con facilidad hasta la otra orilla», explica Ben Ari, porque casi toda el agua que alimenta el río es desviada por Siria, Jordania e Israel antes de llegar al sur.
APROVECHAMIENTO DEL AGUA
El desolador panorama puede cambiar debido a que actualmente los israelíes reutilizan ya el 75% de sus aguas residuales, y el año que viene el 85% del agua potable provendrá de plantas desalinizadoras . Cada vez hay más agua disponible y volverán a cubrirse puntos que, a cientos de metros de su caudal actual, son ahora visibles.
Según anunció el ministro de Agua y Energía, Uzi Landau, una media de 150 millones de metros cúbicos de agua se trasvasarán al río anualmente desde el mar de Galilea: «En diez años eliminaremos nuestra deuda con la naturaleza», explicó.
PUESTOS LOS OJOS EN EL TURISMO
Se espera que uno de los grandes beneficiados sea el turismo . Cada mes llegan al país 300.000 visitantes, la mitad de ellos cristianos: «Estos peregrinos organizan su viaje a Tierra Santa alrededor del agua. Cuando el río Jordán esté rehabilitado, ello influirá directamente en sus itinerarios», declaró el ministro de Turismo, Stas Misezhnikov.
Como es sabido, cristianos de todo el mundo acuden al Jordán para bautizarse pero ahora sólo pueden hacerlo actualmente en dos sitios concretos especialmente destinados a este fin, pues en el resto de lugares, a causa de la falta de agua o de los desechos y la basura, podría ser insalubre.
El Gobierno prevé además gastar decenas de millones de dólares para limpiar el valle del Jordán y darle un impulso al turismo con la instalación de campamentos y hostales a lo largo de sus riberas.
LIMPIEZA A FONDO
Ya se está construyendo una gran planta de tratamiento de residuos el extremo sur del mar de Galilea que, cuando se inaugure en dos años, mejorará la calidad del agua del río.
Otro obstáculo a vencer es que en algunas zonas de la ribera del río sur, que se extiende a lo largo de la frontera entre Jordania e Israel, sigue habiendo minas procedentes de las dos guerras libradas entre ambos países. Limpiar esas zonas, además de convertir los antiguos puestos militares en sitios turísticos, es parte del ambicioso plan.
Fuentes: ReL, Protestante Digital
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