Roberto Piñeiro, juez de circuito de Miami-Dade, determinó que la Iglesia de De Jesús, Creciendo en Gracia, era su negocio personal en vez de una entidad religiosa sin fines de lucro, y le otorgó a Josefina de Jesús Torres los más de $2.2 millones que reclamaba en el divorcio, la cantidad que su abogado estimó que era la mitad de los bienes de su ex esposo y su iglesia.
“Me parece que el juez actuó con justicia al otorgarle a Josefina lo que ella tenía derecho a recibir por ley”, dijo Norman Segall, abogado de Torres. “La iglesia tiene millones de dólares y estoy seguro de que si De Jesús emite un edicto de los cielos de que necesita dinero, podrá solucionar la situación”.
El fallo es un golpe a la fortuna del ‘carismático predicador’, algo que lo afecta no sólo a él, sino a otros a su alrededor. Su hija JoAnn De Jesús se defiende de acusaciones de desacato relacionadas con el caso. Su padre y su primera esposa se enfrentan a un posible desalojo de las propiedades que aparecen a su nombre y a nombre de la Iglesia que el fallo judicial le otorgó a Torres si no paga este mes.
Desde entonces JoAnn ha declarado que su padre vive en Houston en una casa que pronto pudiera pasar a manos de Torres, según el fallo.
Leonard Renaud, abogado de De Jesús, ha apelado el fallo y presentó una moción para detener la transferencia de la propiedad hasta que la apelación concluya.
“Obviamente pensamos que el fallo no es correcto”, dijo Renaud. “La decisión no tiene mucho que ver con la decisión de disolver el matrimonio, sino que casi es una opinión sobre el hombre en sí”.
Varios líderes de la Iglesia calificaron de ignorante la decisión de Piñeiro.
“Vemos claramente que las creencias religiosas de Piñeiro han influido en esta decisión, que evidencia su deseo de causarle daño personal a nuestra organización y por consiguiente manifestar –al igual que las intenciones de la señora Torres– su deseo de obtener beneficios monetarios”, escribió en una declaración Alvaro Albarracín, miembro de la iglesia.
“La inexperiencia e ignorancia del juez a la hora de aplicar la justicia en casos familiares se ha hecho palpable con este fallo”.
La Iglesia Creciendo en Gracia ha crecido desde entonces a más de 300 filiales en 30 países y los sermones de De Jesús se trasmiten por satélite a miles en todo el mundo.
Durante el juicio, los representantes de De Jesús argumentaron que ni él ni la Iglesia eran tan ricos como los abogados de Torres alegaban, fundamentalmente porque el valor de muchas de las propiedades había bajado en los últimos dos últimos. De igual manera, dijeron que las donaciones han bajado desde el comienzo de los trámites de divorcio, con la revelación de las confusas finanzas de De Jesús, entre otras, que pagaba la pensión a su primera esposa con fondos de la Iglesia.
Muchos de sus seguidores creen que las dificultades en el divorcio de De Jesús son una prueba más de que, en efecto, es la reencarnación de Jesús, y citaron profecías bíblicas de persecución como la que aparece en Lucas 17:25, que dice: “Primeramente, El debe sufrir muchas cosas y ser rechazado por esta generación”.
Torres era una devota de De Jesús cuando la pareja comenzó su relación en 1999, algo que dijo la hizo sentir como si “el propio Dios hubiera venido a amarme”. El divorcio los separó de ese inicio idílico con numerosas acusaciones, como abuso físico de Torres por parte de De Jesús, y afirmaciones de miembros de la Iglesia de que ella sólo era una lesbiana ambiciosa que quería usarlo para tener fama y riquezas.
El fallo judicial de diciembre le otorgó a Torres un total de $642,000 en propiedades y el derecho a reclamar propiedades, como el apartamento de North Miami Beach donde vive el padre de De Jesús, un apartamento en Puerto Rico donde vive su primera esposa y la casa donde De Jesús vive ahora en Houston si el predicador no le paga los $2.2 millones restantes.
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