Hartas de las protestas de los miembros de una iglesia contra su club de «striptease» en Ohio, algunas de las «stripper» que allí trabajan les han pagado con la misma moneda: se manifiestan en bikini frente a la iglesia.

Según publica el diario The Columbus Dispatch, durante los últimos cuatro años, sostenidos en su fe por el pastor Bill Dunfee, los miembros de la iglesia Ministerio de Nuevos Comienzos en la ciudad de Warsaw se han manifestado regularmente con carteles y altavoces frente al club Foxhole, de esa ciudad de Ohio. Además, han tomado fotos y vídeos de sus visitantes e, incluso, grabado las matrículas de sus automóviles.

Según el diario, recientemente el dueño del Foxhole, Tommy George, decidió que la libertad de reunión y expresión garantizada por la Constitución de EE.UU. es igual para todos y enroló a algunas mujeres que trabajan en su club para dar batalla.

Las mujeres, que en el club se quitan sus prendas, se han sentado con bikini en sillas de playa frente a la iglesia. Desde sus puestos bajo el sol, las mujeres saludan a los automovilistas que pasan y, mayormente, ignoran a los miembros de la congregación religiosa.

Parece que la mayoría de los feligreses también ignora a las damas. Aunque alguno responde de forma curiosa. Según el diario, «Stan Braxton se detuvo y tomó la mano a Lola, una bailarina de 42 años que en su turno del sábado a la noche ganó 200 dólares». «Braxon oró por la salvación de Lola», añadió el artículo. A su vez, Lola, que no dio su apellido, agradeció las oraciones de Braxon y el tiempo que él le dedicó.

La inaudita protesta de las «strippers» no está tampoco exenta de carteles. Y así, junto a las señoritas ligeras de ropa, se lee un versículo del evangelio de San Mateo 7:15 que reza así: «Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas».