Barack Obama, junto a su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia, acudieron a la Iglesia Episcopaliana St. John, conocida como la «iglesia de los presidentes» para participar en un servicio religioso.
Obama, vestido con un traje oscuro, y su esposa Michelle llevando un vestido estampado en blanco y negro, saludaron a algunos correligionarios cuando llegaron en el automóvil presidencial a la iglesia, situada a pocos pasos de la Casa Blanca.
Por sorpresa de muchos, los Obama optaron por regresar andando a su hogar en el número 1.600 de la Pensilvania Avenue. El presidente de Estados Unidos ya había acudido a esta iglesia protestante en la calle 16 el día de su investidura y el Domingo de Resurrección.
El predecesor de Obama, el ex presidente George W. Bush, acudió con frecuencia a la Iglesia St. John. Todos los mandatarios desde James Madison, el cuarto presidente de Estados Unidos, la han visitado. De hecho, en la iglesia se reserva un asiento para los presidentes de EE.UU., el llamado «asiento 54». El primer servicio religioso que se llevó a cabo en esta iglesia fue en 1816.
CAMPAñA PRESIDENCIAL DE IGLESIAS
Los Obama a su llegada a Washingotn fueron los cristianos más solicitados por las diferentes iglesias evangélicas de la ciudad. La pregunta de moda -que no llegó a España- fue no el tipo de mascota que tendrían sus hijas, sino a qué templo acudiría el nuevo Presidente de EEUU junto con su familia.
La expectación levantada no sólo corrió por los pasillos y las páginas de los diferentes medios de comunicación. También dentro de las propias iglesias evangélicas. Así, varias congregaciones cristianas de Washington extendierono una invitación a la familia presidencial, con la esperanza de tener la suerte de contarla entre sus feligreses.
En una especie de «marketing» religioso, las iglesias “candidatas” hicieron público y destacaron sus raíces afroamericanas y sus pasados vínculos presidenciales.
Por ejemplo, la Iglesia Metropolitana AME en su página web se describió como la «catedral nacional del metodismo africano» (una rama del protestantismo, originada en Inglaterra). Aseguraba además, muy en la línea de pensamiento de Obama, que «lucha por ser una fuerza para la justicia social en la iglesia y en las comunidades locales y globales».
Esta iglesia, con cerca de 2.000 miembros y situada a sólo seis manzanas de la Casa Blanca, es predominantemente negra, y su pastor, el reverendo Ronald Braxton, asegura que la iglesia «sería una opción muy buena» porque Obama «conoce bien las tradiciones religiosas afroamericanas».
También estaba en el menú de posibles opciones la Iglesia St. John, a pocos pasos de la Casa Blanca, frente al Parque Lafayette y conocida popularmente como «la iglesia de los presidentes». Acostumbrada a la presencia presidencial, el inquilino de la Casa Blanca ya tenía un banco reservado para asiento, el número 54. Una reserva que fue finalmente la que se llevó al «gato al agua».
Pero no eran las únicas. También entró en el abanico de posibilidades la Iglesia Unida de Cristo (UCC, en inglés), que es la misma denominación a la que renunció Obama tras las incendiarias declaraciones de Wright, su pastor en Chicago dentro de la misma denominación. Su templo en Washington también le tuvo un puesto reservado en sus asientos, si lo hubiese deseado.
Fuente: EFE. Edición: ACPress.net
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