El incidente surge en medio de una polémica sobre la intolerancia hacia los no islámicos que tiene lugar en los barrios y zonas de mayoría musulmana de las ciudades británicas.

Los dos hombres que querían predicadar el Evangelio, Arthur Cunningham y Joseph Abraham, de nacionalidad estadounidense, han pedido al menos una disculpa por parte de la Policía de West Midlands. Aseguraron que el tratamiento que recibieron es contrario a la Declaración de los Derechos Humanos, que garantiza la libertad religiosa. En caso de no recibir una disculpa, afirman que llevarán su denuncia ante los tribunales.

Y tendrán que hacerlo. Finalmente la policía británica ha decidido no dar ninguna disculpa a estos dos cristianos protestantes, a quienes un agente policial musulmán amenazó con detener por difundir las enseñanzas de la Biblia en una zona frecuentada por musulmanes en Birmingham.

Según Abraham, un egipcio converso al cristianismo, lo ocurrido confirma las denuncias del obispo anglicano Michael Nazir sobre la existencia en Inglaterra de zonas a las que nadie puede ir.

ANGLICANOS ACUSAN AL GOBIERNO DE FAVORECER AL ISLAM
La situación no es una anécdota. La Iglesia Anglicana de Inglaterra acusó al gobierno laborista de Gordon Brown de «favorecer» al Islam y a otras religiones de minorías étnicas, dejando de lado a los cristianos.

En un documento critica con contundencia a las autoridades, por enfocarse insistentemente en las religiones de minorías y al mismo tiempo ser negligente con los anglicanos. Además, afirma que el gobierno ignora los problemas de la sociedad y no logra reconocer en la Iglesia de Inglaterra una contribución potencial positiva a la sociedad y la vida pública.

Por el contrario, el informe elogió a los conservadores por sus eficaces políticas para resolver el problema de la pobreza.