CMI/ALC, GINEBRA. Sri Lanka, país desgarrado por la guerra, recibirá al primero de una serie de equipos de «cartas vivas» ecuménicas, que visitarán comunidades cristianas enfrentadas a situaciones de violencia en diferentes regiones del mundo, como preparación para la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz que en 2011 llevará a cabo el Consejo Mundial de Iglesias (CMI).
El equipo ecuménico estará en Sri Lanka del 4 al 12 de agosto. «Cartas vivas» es una misión de representantes de iglesias que tiene la finalidad de expresar solidaridad con los esfuerzos de construcción de paz que realizan las iglesias locales y de aprender de ellos. El equipo está formado por representantes de iglesias de Estados Unidos, Kenya, Indonesia y Corea del Sur. Se reunirán con líderes de iglesias y de la sociedad civil, así como con personas de la base en zonas afectadas por los combates.
«Queremos que la delegación se exponga a las duras realidades de la guerra en el norte y en el este del país antes de reunirse con dirigentes de iglesias y representantes de la sociedad civil residentes en Colombo», dice el pastor Dr. Jayasiri Peiris, secretario general del Consejo Cristiano Nacional de Sri Lanka que actúa como anfitrión del equipo de «cartas vivas».
El programa de la visita le permitirá al equipo entrar en contacto con la situación en las regiones del norte y este del país (Mannar, Batticaloa y Jaffna); contempla además reuniones con líderes de iglesias y funcionarios del Consejo Cristiano Nacional; encuentros con miembros de congregaciones en la capital del país, Colombo, y en otras zonas, así como reuniones con militantes que trabajan en favor de los derechos humanos.
El conflicto de Sri Lanka, que dura más de 25 años, se ha cobrado miles de vidas humanas a ambos lados de la división étnica entre las comunidades Sinhala y Tamil. Miles de refugiados han buscado asilo en el extranjero, mientras que otros muchos miles se hallan desplazados dentro del país. La población civil padece enormes dificultades debido a ejecuciones sumarias, torturas, detenciones ilegales, embargos de artículos esenciales y el reclutamiento forzoso de niños como combatientes.
Pese al acuerdo de alto el fuego firmado en febrero de 2002 entre el gobierno de Sri Lanka y los Tigres de la Liberación de Tamil Eelam, la escalada mortal de la violencia armada entre las dos partes, registrada desde comienzos de 2006, ha sido fuente de profunda preocupación para la familia ecuménica. En septiembre de 2006 el comité central del CMI pidió a las dos partes que respetaran el acuerdo de alto el fuego y pusieran fin a todas las hostilidades, reanudando las negociaciones de paz sin demora. El pasado abril el secretario general del CMI, pastor Dr. Samuel Kobia, reiteró la preocupación y el llamamiento del Consejo.
Las iglesias de Sri Lanka han prestado un apoyo prudente y crítico al proceso de paz, entre otras cosas, por medio de esfuerzos de cooperación interreligiosa para movilizar a la población en favor de la paz y la reconciliación nacional. El equipo de «cartas vivas» obtendrá más información sobre los esfuerzos y necesidades de las iglesias e informará a la familia ecuménica más amplia en un momento en que, en palabras de Kobia, «a pesar de la crisis humanitaria que se padece en partes del norte y este del país, Sri Lanka parece estar olvidada por la comunidad internacional».
Los equipos de «cartas vivas» son parte de lo que se espera llegue a ser una gran movilización mundial de iglesias en favor de la paz, que culminará con una Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz que tendrá lugar a comienzos de mayo de 2011 como conclusión del Decenio del CMI para Superar la Violencia.
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